Enviado por ETC Staff el
Belém, Brasil - Desde que el Foro Social Mundial se reunió en Nairobi en enero de 2007, la sociedad civil global se ha enfrentado cada vez más a una nueva amenaza a nuestros derechos y nuestra biodiversidad: la amenaza de esquemas de geoingeniería injustos y riesgosos y específicamente a la fertilización oceánica. Nos encontramos confrontando proyectos multimillonarios, tanto privados como con respaldo de los gobiernos, que intentan rediseñar nuestro clima y océanos. Pronto enfrentaremos proyectos para alterar intencionalmente nuestros suelos, desiertos y otros ecosistemas a gran escala, en nombre de la protección al clima y las ganancias, incluyendo el lucrativo mercado de carbono.
En junio de 2007 supimos que Planktos Corporation de Estados Unidos planeaba verter hierro en los océanos al oeste de las Islas Galápagos con el fin de fertilizar los mares para que hubiera florecimiento de plancton. Acciones coordinadas de la sociedad civil evitaron este vertido y llevaron a Planktos a la bancarrota. En noviembre del mismo año, supimos que otra empresa de fertilización oceánica, Ocean Nourishment Corporation de Australia, intentaba arrojar cientos de toneladas de urea producida industrialmente en el Mar Sulu al sur de Filipinas. Una vez más, la acción coordinada de cientos de grupos de la sociedad civil detuvo ese peligroso experimento. Ahora que algunos de nosotros nos reunimos en Belém, una expedición de Alemania e India, con el nombre de LOHAFEX, está vertiendo sulfato de hierro sobre 300 kilómetros cuadrados del océano en el Mar de Scotia. LOHAFEX ignora una moratoria internacional sobre tales experimentos y actúa en contra de las advertencias del Ministerio Alemán del Ambiente. También sabemos que geoingenieros cercanos a Ocean Nourishmen Corporation intentarán nuevamente arrojar urea, esta vez en el Mar de Tasmania cerca de Australia, a principios de marzo y que Climos Inc, de Estados Unidos está en planes para otro vertimiento.
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