La bóveda del fin del mundo en Svalbard

Asunto: Con la inauguración de la Bóveda Global de Semillas en el Alto Ártico en Noruega el pasado 26 de febrero se cierra una campaña de 30 años por el establecimiento de un Banco Mundial de Genes, y se abre un debate muy necesario sobre el estado de los recursos genéticos del mundo y la necesidad de apoyar las estrategias de conservación en el campo.


Qué está en juego: Menos de una tercera parte de los 6 millones y medio de semillas almacenadas actualmente son probablemente irremplazables. De esas, tal vez dos terceras partes necesiten regenerarse urgentemente. Si bien la Bóveda Global de Semillas es un paso en la dirección correcta, muchos bancos genéticos ex situ, vitales, se encuentran en condiciones desesperadas. Probablemente la mitad de la diversidad del planeta se encuentre en las parcelas de los agricultores, protegida solo por la familia y la comunidad —quienes se enfrentan a la agricultura industrial, el patentamiento de los cultivos, las reglas mundiales de comercio, la concentración de poder de las corporaciones y el cambio climático. La seguridad alimentaria mundial depende de una estrategia coherente in situ (en la parcela) y ex situ (en bancos genéticos).

Políticas: Se requiere trabajo serio en la implementación del plan de acción para la conservación de los recursos genéticos de las plantas. La próxima reunión del órgano gobernante del Tratado de la FAO debe poner especial atención al tema de la conservación in situ. También debe discutir el tema de la duplicación de las accesiones en su relación con la Bóveda Global. El Grupo ETC publicará estudios adicionales que examinan la relación entre el Fondo Global para la Diversidad de los Cultivos y el Tratado Internacional de Semillas de la FAO.
 

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