Enviado por ETC Staff el
Los pueblos indígenas fueron traicionados y se hizo trampa a los derechos de los agricultores en la reunión de Naciones Unidas las últimas dos semanas, cuando los gobiernos de Australia, Nueva Zelanda y Canadá -siguiendo indicaciones de Estados Unidos y de una docena de Gigantes Genéticos corporativos- dieron un paso muy importante para terminar con la actual moratoria sobre la tecnología Terminator (plantas modificadas genéticamente para producir semillas estériles). Las nocivas recomendaciones que resultaron de la reunión de Granada, España, irán a la 8ava reunión bianual del Convenio de Diversidad Biológica (CDB) de la ONU en Curitiba, Brasil, del 20 al 31 de marzo de 2006.
El "Grupo de Trabajo sobre el Artículo 8(j)" del CDB que se reunió en Granada del 23 al 27 de enero, se estableció para proteger el conocimiento tradicional, las innovaciones y prácticas de los pueblos indígenas y agricultores campesinos. Sin embargo, representantes de pueblos indígenas y de la sociedad civil miraron atónitos cómo los gobiernos pasaban por alto los impactos profundamente negativos que tienen para la sociedad, la economía y el ambiente las "semillas suicidas", impactos que se han resaltado en numerosos estudios del CDB así como en investigaciones presentadas oficialmente ante el CDB por pueblos indígenas y organizaciones de agricultores. El resultado de la reunión en Granada es una nueva amenaza a la biodiversidad mundial y al futuro de la agricultura basada en la conservación de semillas y la adaptación a condiciones locales.
"Terminator es una amenaza a nuestro bienestar y soberanía alimentaria, y constituye una violación de nuestro derecho humano a la autodeterminación", dijo Mariano Marcos Terena de Brasil, representante del Foro Indígena sobre Biodiversidad.
Aunque en la reunión se "reafirmó" la frágil moratoria de la ONU sobre Terminator, las recomendaciones surgidas en Granada podrían usarse para bloquear el enfoque precautorio del CDB, cuando los gobiernos se reúnan en marzo en Brasil. La reunión no sólo fracasó en prohibir Terminator como tecnología inmoral y anticampesina, sino que Australia y Estados Unidos argumentaron falazmente que Terminator, tecnología de esterilidad de semillas, "aumentaría la productividad".
La delegada de Australia -con un consultor del gobierno de Estados Unidos permanentemente a su lado- insistió en quitar la referencia al "enfoque precautorio" y utilizó su insistencia como moneda de cambio para lograr que se incluyera la "evaluación caso por caso" de Terminator. "La nueva referencia a la evaluación caso por caso es extremadamente dañina porque sugiere que se pueden hacer revisiones sobre la regulación de esta tecnología en cada país, anulando la moratoria del CDB, y abriendo la puerta a la aprobación de Terminator", advierte Hope Shand del Grupo ETC.
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