Diciembre 01, 2025

Declaración PanAfricana sobre el futuro de las tecnologías digitales en alimentación y agricultura

Las tecnologías no son neutrales; reflejan y reproducen los sistemas de poder. La industria de la inteligencia artificial está emergiendo como una fuerza imperial.

Nosotros, hombres y mujeres participantes de la Primera Reunión Panafricana sobre el Futuro de las Tecnologías Biodigitales en la Alimentación y la Agricultura, celebrada en Addis Abeba, Etiopía, del 2 al 4 de octubre de 2025, y coorganizada por la Alianza para la Soberanía Alimentaria en África (AFSA), la Plataforma Africana de Evaluación de Tecnologías (AfriTAP) y el Grupo ETC, nos reunimos en un evento histórico para afrontar los retos y posibilidades que plantean las tecnologías digitales emergentes.

Esta histórica reunión congregó a más de 130 participantes de 33 países africanos, en representación de agricultores, pastores, pescadores, mujeres, jóvenes, comunidades religiosas, científicos, responsables políticos, abogados, consumidores, pueblos indígenas, organizaciones de la sociedad civil y movimientos sociales. Reafirmamos nuestro compromiso inquebrantable de defender la soberanía, la dignidad y la resiliencia de los sistemas alimentarios africanos frente a la digitalización extractiva e impulsada por las corporaciones.

Principales análisis y mensajes:

Las tecnologías no son neutrales; reflejan y reproducen los sistemas de poder. La industria de la inteligencia artificial está emergiendo como una fuerza imperial. África no debe ser un campo de pruebas para la digitalización de procesos biológicos impulsada por las corporaciones.

 

Al mismo tiempo, reconocemos que las tecnologías digitales ofrecen oportunidades para conectar movimientos, fortalecer los mercados locales y territoriales y apoyar el intercambio de conocimientos campesino a campesino.

 

Sin embargo, rechazamos la narrativa de que las tecnologías de digitalización son una solución milagrosa. Por el contrario, las tecnologías emergentes sólo deben utilizarse cuando contribuyan a la soberanía alimentaria y a la agroecología, que deben ser la base del futuro de África en la era digital.

 

Afirmamos la necesidad de tecnologías no extractivas, creadas conjuntamente con las comunidades y firmemente ancladas en los derechos humanos.

 

La justicia de datos y la soberanía de las semillas son derechos no negociables de los agricultores y las comunidades. La solidaridad panafricana y la colaboración Sur-Sur son esenciales para resistir la captura corporativa. Se debe dar prioridad a la innovación comunitaria y local sobre las soluciones «de alta tecnología» que se nos quieren imponer.

  

Llamado a la acción

      Nosotras y nosotros, participantes en la Reunión Panafricana sobre el Futuro de las Tecnologías Biodigitales en la Alimentación y la Agricultura, hacemos el siguiente llamamiento:

 

A los gobiernos africanos:

 

      Desarrollar políticas y medidas para apoyar los sistemas alimentarios agroecológicos.

      Garantizar la privacidad de los agricultores y permitirles controlar los datos de sus producciones agropecuarias;

      Proteger los recursos fitogenéticos y respetar la soberanía de las comunidades en materia de semillas.

      Proporcionar información transparente sobre la colaboración con el sector privado.

      Garantizar la inclusión y la participación democrática de los grupos vulnerables, como los jóvenes y las mujeres, en los espacios de toma de decisiones relacionados con la digitalización.

 

A la Unión Africana y organismos regionales:

 

      Integrar la agroecología en las estrategias continentales.

      Desarrollar marcos para la gobernanza digital basados en la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Campesinos y Otras Personas que Trabajan en las Zonas Rurales (UNDROP), la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (UNDRIP) y valores africanos como el Ubuntu.

      Desarrollar infraestructuras propias a nivel continental para garantizar la soberanía digital de África.

      Revisar y desarrollar marcos sólidos de bioseguridad que tengan en cuenta los riesgos que plantean las nuevas tecnologías emergentes y la convergencia con la inteligencia artificial.

 

Las empresas, las organizaciones filantrópicas y las instituciones internacionales deben:

 

      Respetar la soberanía de África.

      Apoyar enfoques agroecológicos centrados en las comunidades.

  

La sociedad civil y los movimientos sociales deben:

 

      Crear conciencia sobre los posibles daños de las tecnologías digitales y sensibilizar a las poblaciones locales sobre la extracción de datos.

      Fortalecer la participación en plataformas regionales de evaluación de tecnologías, como la Plataforma Africana de Evaluación Tecnológica (AfriTAP) y la Red de Evaluación Social de Tecnologías en América Latina, (Red TECLA)

      Promover la innovación comunitaria y local, apoyar los bancos de semillas liderados por agricultores y amplificar la agroecología y los conocimientos indígenas como fundamentos de los sistemas agrícolas y alimentarios de África.

      Crear poder popular contra las tecnologías perjudiciales;

      Incidir en las estructuras de gobierno a nivel local, nacional y regional para desarrollar marcos de protección de datos y gobernanza que protejan la privacidad, los derechos colectivos y la innovación local.

      Crear alianzas entre el movimiento por la soberanía alimentaria, el movimiento por la justicia ambiental, quienes luchan por la tierra y el movimiento de justicia y derechos digitales, para consolidar nuestras luchas contra los modelos extractivos de IA, la minería de datos y la geoingeniería.

      Como organizaciones de la sociedad civil africanas, expresamos nuestro pleno apoyo a las decisiones adoptadas en julio de 2025 por todos los ministros africanos en la AMCEN20 de rechazar la geoingeniería solar y su llamamiento para que se establezca un acuerdo internacional de no uso de la geoingeniería solar que prohíba el despliegue, la financiación pública, la experimentación al aire libre, el patentamiento o el apoyo en las organizaciones internacionales a estas tecnologías inaceptables.

      Desarrollar metodologías “desde abajo”, con enfoque de género y generacional, para la evaluación de tecnologías desde los movimientos sociales y las comunidades locales.

      Promover mecanismos comunitarios alternativos de gobernanza de datos.

 

Declaración completa en español aquí.