Guerra disfrazada de consulta
Enviado por Silvia Ribeiro el
La siembra de soya transgénica en la península de Yucatán viola derechos de las comunidades y pueblos originarios de la región, amenaza sus territorios y fuentes de sustento, promueve la deforestación; implica un despliegue inusitado de agrotóxicos y pone en riesgo un ecosistema único de suelos kársticos de alta permeabilidad, a cenotes y cuerpos de agua subterráneos, lo que a su vez llevará a alta contaminación del agua potable con glifosato, agrotóxico declarado cancerígeno por la Organización Mundial de la Salud.